Durante los últimos años se ha apostado por potenciar estudios genéticos que sean capaces de aportar información suficiente para erradicar en primeras etapas enfermedades bucodentales como la caries o la periodontitis y aplicar el uso de la información genética en la toma de decisiones clínicas en odontología
Actualmente no existe una prueba predictiva de caries dental o de enfermedad periodontal. Dado que se trata de enfermedades complejas con múltiples factores de riesgo genético y ambiental.

La caries es la enfermedad bucodental más común, especialmente en niños y jóvenes. La Asociación Dental Americana, informa que se han realizado pruebas genéticas para determinar la susceptibilidad potencial a la caries e identificar a los pacientes en riesgo antes de que ocurra la enfermedad; sin embargo, actualmente no existen pruebas genéticas con esta capacidad de predicción. También puede haber oportunidad de desarrollar pruebas genéticas que puedan conducir a terapias más específicas que aborden con precisión el riesgo personal del individuo.

Actualmente, el predictor más fiable del riesgo de caries es la presencia de al menos una lesión de caries. Otros indicadores de riesgo clínico incluyen una dieta con exposiciones frecuentes (por ejemplo, más de tres) al día a carbohidratos simples, mala higiene bucal, altos niveles de bacterias cariogénicas, entre otros factores externos.

En el caso de la enfermedad periodontal, los pacientes que tienen periodontitis que es refractaria al tratamiento también pueden beneficiarse de las evaluaciones y el monitoreo microbiano, las pruebas microbianas pueden proporcionar información para el manejo del paciente cuando las respuestas al tratamiento son deficientes, por ejemplo, en circunstancias en las que hay bajas puntuaciones de placa, pero paradójicamente hay una alta hemorragia al sondar, la diabetes y los factores ambientales como el tabaquismo influyen negativamente.

A día de hoy el método más efectivo de prevenir estas enfermedades y estabilizarlas, parece seguir siendo la visita periódica al dentista y realizar chequeos específicos como radiografías intraorales, exploratoria visual y sondeo de bolsas en casos como la periodontitis.

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