Especialistas de salud mental se unirán a odontólogos catalanes para abordar los trastornos alimentarios que poseen algunos pacientes y que pueden detectarse mediante una revisión profesional.
Es así como Ita y el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC) realizarán, entre otras iniciativas, un estudio para saber cómo afectan estas patologías a la salud bucodental.
Ambos entes firmaron un convenio, representados por Antoni Gómez, presidente del COEC, y Jaume Raventós, consejero delegado de Ita.
Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones y desórdenes mentales que afectan a la ingesta y el peso de la persona que los padece.
De acuerdo a las estadísticas, estos padecimientos han evolucionado hasta situarse entre el 4 y el 6% de la población entre 10 y 25 años, afectando en 9 de cada 10 casos a una mujer.
Pero, también se ha descubierto una incidencia en la salud bucodental, y los dentistas pueden llegar a ser unos valiosos aliados en su diagnóstico precoz.
Gómez recalcó que el dentista es un profesional capacitado para identificar los problemas derivados de un trastorno alimentario en la boca de los pacientes, como por ejemplo una erosión dental que no está acorde con la edad.
“Nos falta formación a nivel psicológico sobre la manera adecuada de abordar estos casos, y por eso esperamos con ayuda de Ita poder desarrollar tanto actividades formativas de nuestros dentistas como un protocolo adecuado para el manejo de estas situaciones”, explicó.
El convenio de colaboración entre las dos entidades permitirá establecer cauces para la realización en común de actividades de diversa índole, orientadas al manejo de los trastornos alimentarios.
“Una de las dificultades en estos trastornos es que muchas veces el paciente trata de ocultar y negar su problema. Esperamos que esta colaboración que iniciamos con el COEC nos ayude y sirva para que los dentistas puedan ayudar a detectar de manera más precoz estos trastornos”, expresó Raventós, de Ita.