Las personas que sufren depresión tienen mayores riesgos de desarrollar enfermedades bucodentales, algo que la pandemia de COVID-19 ha impulsado, debido al miedo al contagio, los confinamientos y la soledad.
La pandemia ha significado también un repunte en los casos de depresión, por lo que los dentistas están atentos a las consecuencias de esta enfermedad en la boca del paciente.
El Consejo General de Dentistas informó que el 61% de los pacientes con depresión sufre dolor dental y el 50% considera que no tiene una buena salud oral.
En un comunicado que colgó en su web, el ente colegial explica que la depresión aumenta los niveles sanguíneos de cortisol e incrementa el riesgo de enfermedad periodontal.
Además, la depresión puede originar desórdenes en la articulación temporomandibular, con dolor y limitación de movimientos.
El efecto también puede ser inflamatorio, por lo que agravaría una gingivitis, sin olvidar que los antidepresivos incrementan el riesgo de caries de patologías periodontales.
Y en cuanto a conducta, los pacientes depresivos tienden a tener hábitos nocivos (tabaco, alcohol, drogas) y dejar de lado los rituales de higiene bucodental.