El dinero no es todo para establecer una clínica dental. Debe tener profesionales bien formados y con experiencia para despuntar, tanto en el área odontológica, sino también de gerencia y asesoría psicológica, porque no es atractivo a los ciudadanos y a veces hay una carga de sensibilidad.

Esta es la primera variable que destaca cuando una clínica dental es exitosa: es manejada profesionalmente y sus dentistas son una mezcla de jóvenes profesional y gran experiencia, con una formación y carrera intachable.

Pero hay más. Hoy, 75% de las clínicas dentales son generales, por lo que las especializadas destacan, ya que son diferentes. Hay tres ámbitos de la odontología que crecen constantemente: ortodoncia, estética dental e implantología. Y periodoncia, cirugía oral, endodoncia y conservadora están estables.

Si la clínica es nueva es cuando más marketing necesita. Por eso, si no nació con estrategias establecidas en ese ámbito. Hay que definir el posicionamiento y la imagen corporativa, los objetivos, las estrategias online (web, blog, redes sociales) y offline más adecuadas, en función del público de referencia, el entorno y los competidores. Sin olvidar medir los resultados, rectificar o incluso atreverse con alguna campaña más audaz.

Con el marketing se consiguen clientes mediante el boca-oreja, el canal más habitual a la hora de escoger dentista.

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