Las medidas de higiene y bioseguridad de los dentistas en su consulta están siendo tan estrictas, que los consultorios están convirtiéndose en los lugares de menos riesgo de contagio. Pero nadie canta victoria.

Esta es la segunda parte del extenso trabajo de Lusiane Borges, biomédica y microbióloga con postgrado en Control de Infecciones Hospitalarias y Epidemiología de la Universidad Federal de São Paulo y un MBA en Esterilización y Materiales, publicado en Dental Tribune.

Ella aborda los riesgos de la práctica dental y lista las precauciones que ya se toman en los centros de atención. Borges es además directora científica de ALAPOS (Asociación Latinoamericana de Investigación en Odontología y Salud), y representante de Brasil en OSAP (Organización para la Seguridad en Asepsia y Prevención), desde 2010.

-Higiene de manos. Realizar la higiene de las manos con frecuencia, preferiblemente con un lavado estricto de las manos o, con 70% de fricción de gel de alcohol si no tienen suciedad visible durante al menos 20 segundos.

-Uso del equipo protector individual. Para proteger las membranas mucosas de los ojos, la nariz y la boca durante los procedimientos, el equipo debe seleccionarse de acuerdo con el tipo de cuidado. Debe incluir guantes, gafas y protección facial con mascarillas especiales para aerosoles, delantal impermeable y gorro.

-Si es el caso de un examen clínico, se sugiere solo mascarilla quirúrgica y gafas. Pero, en los procedimientos que generan aerosoles, la mascarilla que ofrece una mejor protección es la N95, o respiradores similares y se debe utilizar de acuerdo con las recomendaciones del fabricante.

-Los protectores faciales o viseras se pueden utilizar para una protección más amplia, pero la máscara siempre debe utilizarse.

-Los profesionales y el personal deben usar, además de mascarillas, protectores de ojos, gorros y delantales desechables

-Quitarse el equipo de protección personal antes de salir de la sala de la clínica, con excepción de la mascarilla para no contaminarse con el aerosol suspendido.

-Sacarse anillos, brazaletes, collares, pendientes y relojes para atender pacientes.

-Todos los desechos generados en el tratamiento de pacientes, así como los equipos de protección personal, deben eliminarse como desechos infecciosos, como se hace regularmente.

-Seguridad en el manejo de fresas. Pueden darse infecciones después de accidentes con instrumentos afilados o por contacto directo entre membranas mucosas y manos contaminadas. En este caso, lavarse inmediatamente las manos con agua y jabón antiséptico.

-Esterilización de instrumentos y dispositivos. Todo el material debe esterilizarse en autoclaves y las piezas de mano deben esterilizarse en autoclave entre cada paciente y deben tener válvulas antirreflujo.

-Use diques de goma siempre que sea posible. Cuando no sea posible el aislamiento, utilice instrumentos manuales para eliminar cavidades y extractores de cálculos en lugar de dispositivos ultrasónicos para minimizar la generación de aerosoles.

-Use succionadores potentes, como los de tipo de bomba de vacío, para reducir la propagación de aerosoles al medio ambiente. Se debe alentar el trabajo a cuatro manos para controlar la difusión del virus.

-Proporcionar enjuague bucal previo a todos los pacientes para reducir la contaminación de aire.

-La temperatura de odontólogos y personal auxiliar debe verificarse dos veces al día, la primera debe ser antes de comenzar a trabajar y la otra a lo largo del día. Si un miembro del equipo tiene una temperatura superior a 37.8° C, debe permanecer fuera del trabajo durante 14 días.

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