Con la técnica de la inyección indirecta sobre modelos 3D, un grupo de dentistas demostraron que es posible hacer incrustaciones de composite en el sector posterior de la dentadura.

Se trata de una alternativa clínica al fresado de bloques de composite, manteniendo sus ventajas y propiedades, pero a la vez disminuyendo su coste de forma considerable.

Esta introducción de una nueva técnica lleva a una práctica más eficiente y productiva.

En el caso clínico presentado por el especialista Francesc Spa Arnau queda demostrada la posibilidad de registrar la morfología original del paciente antes de realizar la endodoncia y llegar a la anatomía más funcional sin necesidad de utilizar softwares de diseño.

El autor explicó que la técnica sólo requiere de un escáner intraoral, una impresora 3D, silicona transparente y composite, permitiendo realizar incrustaciones de gran diseño y función sin la necesidad de invertir en softwares 3D y fresadoras con su inversión pertinente y sus costes de mantenimiento.

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