La justicia francesa condenó al dentista Lionel Guedj, de Marsella, a ocho años de prisión, al determinar que aplicaba tratamientos innecesarios a personas de bajos recursos y con dentadura sana para estafar a aseguradoras sociales.
El padre del dentista, Carnot Guedj, de 70 años, quien lo acompaña en la actividad ilícita, también condenado a cinco años de cárcel.
Entre 2006 y 2012 el dentista de 41 años realizó unos 4 mil tratamientos a 327 pacientes que no los requerían.
Con el dinero recaudado de mala fe, el dentista acumuló una fortuna que superaba los 2,9 millones de euros, que invirtió en propiedades, viajes y automóviles de alta gama.
El juicio se basó además en relatos de los testigos. Algunos de ellos solo iban por caries y acababan con parte de sus dientes extraídos, sin ningún motivo detrás.
El tribunal determinó que hubo un daño deliberado al conseguir más dinero a través de estos tratamientos.
Al realizar procedimientos complicados en poco tiempo (de 45 a 10 minutos) ocasionó daños y heridas a decenas de pacientes.
