Los compuestos vítreos bioactivos podrían tener una fuerte capacidad para reducir el efecto de las bacterias a los composites colocados en la boca. Incluso podrían liberar minerales para ayudar a reemplazar dientes perdidos por caries.

La premisa surge de un descubrimiento de ingenieros de la Universidad Estatal de Oregon, en Estados Unidos, que buscan formas para prolongar la vida de los empastes de composite, lo que significaría un importante paso adelante en el tratamiento dental.

Una persona promedio mastica más de 600.000 veces al año, y algunos estudios sugieren que el tiempo de vida media de una restauración posterior con composite es de sólo seis años.

Esta investigación fue publicada por la revista Dental Materials, en donde destaca el apoyo de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos.

“El vidrio bioactivo, un tipo de vidrio molido capaz de interactuar con el cuerpo, se ha utilizado durante décadas en algunos tipos para la curación ósea”, explicó Jamie Kruzic, profesor y experto en estructuras avanzadas y biomateriales en OSU College of Engineering.

El vidrio bioactivo se fabrica con compuestos como óxido de silicio, óxido de calcio y óxido de fósforo, y parece polvo de vidrio. Se lo describe como “bioactivo” porque el cuerpo reconoce su presencia y puede reaccionar, a diferencia de otros productos biomédicos inertes.

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