Una nueva campaña de salud pública insta a los australianos a considerar la repercusión de las bebidas gaseosas azucaradas sobre la salud dental. La campaña, conocida como Rethink Sugary Drink, presenta a jóvenes con latas rojas de una bebida que parece contener cola, antes de destellar sonrisas que revelan dientes claramente afectados.

Pensada para ser compartida en las redes sociales por organizaciones comunitarias y de salud, la iniciativa ha contado con la financiación de una coalición de 19 grupos de salud y comunitarios, y se ha enfocado en los jóvenes australianos, como segmento de población con más riesgo.

La Asociación Dental de Australia (ADA), Diabetes Australia y el Consejo de Cáncer se encuentran entre los ocho grupos que utilizan la campaña para solicitar:

  • Un impuesto sobre las bebidas azucaradas para aumentar los precios en un 20 por ciento.
  • Una campaña de mercadeo social apoyada por el gobierno para resaltar los efectos en la salud de las bebidas azucaradas.
  • Restricciones para reducir la exposición de los niños a la comercialización de bebidas azucaradas.
  • Restricciones a la venta de bebidas azucaradas en escuelas, instituciones gubernamentales y en eventos deportivos para niños.
  • Políticas del gobierno estatal y local para reducir la disponibilidad de bebidas azucaradas en lugares de trabajo, centros de salud y otros lugares públicos.
  • Promoción y fácil acceso al agua del grifo fluorada.

Otras 11 organizaciones comunitarias y de salud han respaldado la campaña de sensibilización.

La campaña alienta a las personas a considerar alternativas a los refrescos cuando tienen sed. El director general de la rama victoriana de ADA, Matthew Hopcraft, dijo que la campaña se centró en la salud dental porque el efecto de las bebidas azucaradas en los dientes puede ser “inmediato”. Comunicó además que la campaña estaba diseñada para hacer frente al marketing utilizado por los fabricantes de refrescos, que asocian sus productos con el deporte, la diversión y el glamour.

“Cuando vemos personas que consumen hasta 1.5 litros de refresco al día, vemos efectos dentales y algunas caries dramáticas”, afrimó Hopcraft, quien recalcó que esperaba que la iniciativa hiciese mella en los jóvenes que pueden no responder a las advertencias genéricas de salud, pero que están “conscientes de la imagen”.

Por su parte, el Australian Beverages Council, que representa a los fabricantes de refrescos, refirió que el enfoque del anuncio sobre los refrescos como la causa principal de la caries dental era “erróneo”. El CEO del consejo, Geoff Parker, comunicó que “El trabajo que realizan estos grupos para aumentar la conciencia sobre la mejora de la salud general debe ser reconocido”, sin embargo, solo enfocarse en una parte pequeña y en declive de la dieta, que es el azúcar en refrescos, está mal orientado y no ayudará a nadie cuando se trata de mejorar la salud dental en general”.

Según palabras de Parker “no hay evidencia” para apoyar la opinión de que aumentar los impuestos sobre los refrescos mejoraría la obesidad o la salud dental, alegando que una solución más efectiva era que las compañías de fabricación de alimentos “incrementaran” la reformulación de sus productos para reducir el contenido de sal, grasa y azúcar.

El pasado año, el consejo anunció que la industria de los refrescos se había comprometido a reducir su consumo de azúcar en un 20 por ciento para 2025 , una medida respaldada por el Gobierno Federal, aunque la Asociación Médica Australiana (AMA) criticó ese movimiento como un “desvío” de la cuestión real del volumen de refrescos consumidos por los australianos.

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