Los cementos quirúrgicos (CQ) se usan extensamente en cirugía y periodoncia para cubrir y proteger lechos quirúrgicos. Su utilización, que comenzó en 1923 se ha expandido a cirugías de tejido conjuntivo, una gingivoplastía o tratamientos periodontales no quirúrgicos.
Sin embargo, existe cierta controversia sobre la utilidad del cemento quirúrgico en la cirugía periodontal, específicamete sobre si su utilización realmente acelera el proceso de regeneración de los tejidos periodontales o no, se plantea la odontóloga dominicana Aimée Román, que está haciendo su especialización en Implantología Oral en la Universidad FACOP Bauru, de Brasil.
“Se debe tener en cuenta que, al realizar un acto quirúrgico, deben cumplirse todas las precauciones para preservar los tejidos y evitar posibles infecciones que puedan alterar o modificar el resultado deseado”, explica en su investigación.
Y agrega: “A esto hay que sumarle que se debe tomar en consideración las molestias que el paciente puede experimentar; pensando en esto, se pueden diseñar distintas estrategias para disminuir estos riesgos”.
La odontóloga echa mano de un estudio de 2018, en el que se compararon diferentes técnicas hemostáticas en cirugía (una la realización de sutura y, la segunda sutura y colocación de cemento quirúrgico). El resultado fue que en el grupo donde la sutura fue acompañada del cemento quirúrgico el procedimiento resultó menos dolorosa para el paciente, y en un seguimiento de dos semanas, tomando en cuenta que un factor importante fue también el tamaño del lecho quirúrgico.
“El uso de cementos quirúrgicos en los tratamientos periodontales no quirúrgicos es beneficioso, ya que retiene el coágulo y previene infecciones futuras”, se afirma en un artículo de Román, publicado por Dentral Tribune.