Según el Estudio sobre la Salud Bucodental en España hasta 2020, realizado por el Consejo General de Dentistas de España, el 40% de la población española acude a la consulta dental para prevenir enfermedades bucodentales, conseguir un diagnóstico profesional de algún trastorno de la cavidad oral, para recibir el tratamiento oportuno y/o para seguir un protocolizado mantenimiento y seguimiento de su salud oral.

Sin embargo, según los expertos, la consulta dental también puede tener un papel crucial en la prevención y detección de otras enfermedades, como las cardiovasculares.

Según destaca el presidente de SEPA, el Dr. Adrián Guerrero, “la relación que existe entre la salud periodontal y la salud general nos obliga a proponer que las clínicas dentales asuman un papel mayor que el desempeñado hasta el momento, sumándose a iniciativas de salud pública”.

La creciente evidencia científica y clínica pone de relieve que la salud de la boca se asocia muy estrechamente con la salud cardiovascular y, más aún, con la salud general. Una boca sana es indispensable para que el resto del cuerpo esté sano y, viceversa, algunas enfermedades sistémicas pueden influir también negativamente en la salud de la cavidad oral.

La consulta dental, clave en la promoción de la salud

Los dentistas son profesionales sanitarios que atienden a un gran número de pacientes en sus consultas y, en muchos casos, son el primer agente de salud al que acude una persona.

Según la visión del máximo representante de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el Dr. Manuel Anguita, “la consulta dental no deja de ser, salvando las diferencias, una especie de servicio de Atención Primaria de Salud, al que acuden personas sanas con problemas bucodentales y también otras que, muchas veces sin saberlo, presentan alteraciones de salud que van más allá de la cavidad oral”.

En este sentido, el Dr. Blas Noguerol, periodoncista y patrono de la Fundación SEPA, asegura que “en una clínica dental media se podría detectar al menos 1 paciente diabético no diagnosticado al año y entre 2 y 4 prediabéticos; además, se podrían detectar unos 3 pacientes hipertensos no diagnosticados o inadecuadamente controlados. Esto refleja el papel del dentista como agente clave en la detección del riesgo cardiovascular”.

Pero, además, existe una asociación estadística epidemiológica clara entre enfermedad cardiovascular y enfermedad periodontal, lo que aún concede mayor relevancia a la vinculación entre Odontología y Cardiología. Se sabe que las personas que tienen una mala salud de sus encías tienen más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular (sobre todo aterosclerótica, como la enfermedad coronaria).

Ahora el siguiente paso, según el Dr. Anguita, “es disponer de estudios de intervención que nos muestren evidencias claras sobre el beneficio que puede tener, por ejemplo, una intervención intensa en salud periodontal sobre la disminución del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular…y estamos en ello”.

Completando esta idea, el Dr. Adrián Guerrero recuerda que “la periodontitis es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Cuando el dentista realiza un tratamiento periodontal está reduciendo simultáneamente el riesgo cardiovascular. Y si a esto le sumamos la labor que podemos jugar en la promoción de hábitos de vida saludable y la eliminación de hábitos nocivos (como el tabaquismo), el impacto sobre la salud periodontal, cardiovascular y general es muy relevante”.

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