Las estadísticas dan resultados poco alentadores para los fumadores en relación a su salud bucal: Nueve de cada 10 pacientes con fracaso en tratamiento periodontal son fumadores y el riesgo de que un implante no funcione aumenta cuando el paciente consume tabaco.
El tabaco daña las encías, la boca y la salud general. Esa es la conclusión generalizada en el gremio y sector médico y odontológico. No es solo que mancha los dientes y provoca halitosis, los peores efectos son silenciosos.
El tabaquismo está estrechamente relacionado con la enfermedad periodontal, provocando la pérdida de piezas dentales, y es, junto al alcohol, causante principal del cáncer oral.
El presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Francisco Rodríguez Lozano, explicó que “existe una estrecha relación entre el tabaco y las enfermedades periodontales tales como la gingivitis o la piorrea, patologías que se agudizan en los pacientes fumadores”.
Además de los efectos nocivos de los componentes del tabaco, como la nicotina, el fumar crea un efecto de calor inducido, mientras que el humo de los cigarrillos está compuesto por unos 4.000 constituyentes que son farmacológicamente tóxicos, mutagénicos y carcinogénicos.
Los fumadores tienen mayores niveles de bacterias patógenas en el periodonto y presentan una disminución de las defensas de la encía frente al ataque bacteriano, lo que se asocia con un importante aumento en la susceptibilidad a sufrir una infección periodontal.