Bajo el hastag #FrozenHoney se han reunido ya más de 900.000 personas que están poniendo en riesgo su salud dental y nutricional. La idea que promueve este movimiento es meter la miel en el congelador y luego consumirla como si se tratase de un caramelo.
Desde el sector dental se advierte que esta nueva moda pone en riesgo la salud bucodental de aquellos que la ponen en práctica. Al estar congelada, la miel llega a perder sabor, es más fácil que se consuma una mayor cantidad, esto pone en riesgo los dientes y las encías a causa de la gran cantidad de azúcar que tiene la miel.
Si la miel es industrial y no natural el riesgo es el doble, ya que contiene más edulcorantes, se recomienda que siempre que se pueda se consuma miel natural.
La miel congelada además de los peligros del azúcar, hay que sumarle que daña los dientes al masticarla congelada, y a aquellos que sufran sensibilidad dental les producirá un dolor agudo e intenso.
