En una serie de artículos nos iremos refiriendo acerca de los antisépticos que más se emplean en odontología, su función, sus característica y como se lo representa químicamente.

  • Ácido bórico

Químicamente: H3BO3
Se trata de un antiséptico muy débil que puede ser usado en los enjuagues bucales patentados, en la actualidad casi no se emplea en odontología.
Es importante saber que cuando este ácido es absorbido por el cuerpo puede ser tóxico, así que se aconseja evitar el uso, en especial en pequeños.

  • Formaldehído

Químicamente: CH2O
Esta sustancia al ser mezclada con otros cresoles se emplea para los tratamientos de los conductos radiculares, es muy empleado para desensibilizar la dentina hipersensible. No es útil como un antiséptico porque es irritante y en ocasiones puede ser tóxico, además induce a la hipersensibilidad y puede provocar necrosis en ciertos tejidos.

  • Cloramina – T

Químicamente: C7H7ClNNaO2S3H2O
Es empleado para el tratamiento de heridas en una solución al 1 ó 2 por ciento, tengamos en cuenta que una disminución en las concentraciones del Ion hidrogeno disminuye las actividades antibacterianas. Se debe evitar el uso en exceso ya que resultaría tóxico.

  • Cloroazodina

Químicamente: C2H4Cl2N6
Es empleado como germicida de aplicación tópica, puede verse en tratamientos de los canales pulpares y en los abscesos periapicales. Debes saber que no es tóxico y no causa irritación.

Foto | Flickr

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