En ciertas ocasiones todos en algún momento de nuestra vida podemos tener una sensación de sabor metálico en la boca, condición que puede manifestarse por una anormalidad en el sentido del gusto u otras posibles causas que pueden ir desde el consumo de medicamentos a condiciones ambientales provenientes de la contaminación.
En lo que respecta al consumo de medicamentos suele ser una de las principales causas o motivos de un sabor metálico en la boca, dicha acción se traduce en un efecto secundario de los mismos y entre ellos podemos mencionar a los relacionados para el tratamiento de patologías tales como infecciones bacterianas, problemas cardíacos y de presión arterial, cáncer, hipertiroidismo, artritis, diabetes, ardor de estómago; glaucoma; osteoporosis, insomnio, etc.
También las patologías orales pueden alterar el sentido del gusto, en los casos por ejemplo de excesiva acumulación de placa (sarro), gingivitis, periodontitis, caries o abscesos, todos pueden generar un mal sabor como el metálico. Muchas enfermedades de carácter sistémico dan origen a un sabor metálico en la boca, por ejemplo el cáncer, hiperparatiroidismo, la insuficiencia renal, la diabetes, el síndrome de Sjögren, la sarcoidosis, la amiloidosis, la deficiencia de vitamina B-12 y la deficiencia de zinc.
En lo que respecta a las causas ambientales se incluye el habito de fumar, afectan a las papilas gustativas dando lugar a este tipo de sabor particular y entre los productos químicos ambientales que absorbemos por inhalación generalmente en lapsos prolongados de tiempo como es el caso del benceno, hidrazina, gasolina, barnices, polvo de caucho, cromatos y cobalto, también provocan sabor metálico en la boca.
Para tener muy en cuenta; cuando no exista causa aparente del sabor metálico en la boca, esta condición recibe el nombre de “disgeusia idiopática”.
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