Los abscesos son siempre graves, ya que son producto de una infección y ésta puede propagarse a otras partes del cuerpo, por ello la visita a su dentista es inevitable, sin embargo hasta que ésta se concrete pueden apalease los síntomas con algunos consejos naturales.
Si puede ver o sentir una hinchazón en la encía, como primera medida lo ideal es enjuagar la boca varias veces al día con una solución de agua salada suave, para la cual se debe utilizar 1/2 cucharadita de sal diluida en un vaso de agua. Este consejo natural puede ayudar a extraer de la infección el material purulento y por consiguiente aliviar la presión, sin embargo aunque el enjuague ayude, se deberá ir la consulta odontológica sin excepción y lo antes posible.
Lo que debemos saber es que la mayoría de los abscesos en las encías sanarán rápidamente después de tres cosas:
1-Limpieza del área a fondo.
2-Eliminación del pus
3-Tratamiento antibiótico de la infección
En el caso de haberse formado una fístula, su dentista la rastreará hasta encontrar el foco infeccioso, para lo cual insertará con una pieza flexible una sustancia que aparecerá en una placa de rayos X y le mostrará el recorrido y origen de la fístula. Una vez que el dentista realiza la limpieza de la infección, la fístula generalmente se cerrará por sí misma.
Si la infección se inició dentro de un diente, su dentista le hará un pequeño agujero en el diente, lo que permitirá el drenaje del absceso, para luego realizar sobre el diente un tratamiento de conducto sobre la raíz, seguido de un relleno (incrustación) o corona. En el caso de que el absceso sea muy grande o el diente se encuentre muy dañado, puede que éste deba ser eliminado.
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