El esmalte dental es uno de los elementos más duros que tiene nuestro cuerpo. Y no es para menos, debe estar preparado para resistir dureza, ácidos o calientes que pasan por la boca. Y mientras los tejidos son más fuertes (97% de la composición del esmalte es mineral de hidroxiapatita) es más complicado recuperarlo cuando se desgasta.
No todo está perdido. Un equipo internacional de bioingenieros ha desarrollado una técnica sumamente fácil para sintetizar materiales orgánicos y cristalinos con la estructura del esmalte, y la están probando en la regeneración de dientes y huesos.
De acuerdo al artículo publicado en la revista Nature Communications el desgaste del esmalte deja al descubierto pequeñas terminaciones nerviosas del diente que hacen que cualquier refresco sea un sufrimiento. Y es un problema que sufre la mitad de la población.
Con el tratamiento propuesto por los investigadores a través de cristales, se aplicaría sobre los dientes una capa de proteínas que, al entrar en contacto con la saliva, formaría una fina cubierta de esmalte artificial mucho más dura y duradera que el barniz tradicional que se usa actualmente.
