Los centros sanitarios como los dentales son considerados como esenciales en el Real Decreto-ley 10/2020, del 29 de marzo, lo que les obliga a permanecer abiertos durante el Estado de Alarma por la pandemia de coronavirus.
La norma regula un permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales, con el fin de reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el COVID-19.
Por eso, el presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro, declaró que esta decisión del Gobierno “perjudica seriamente a los dentistas”, un colectivo de aproximadamente 40.000 profesionales, “que están siendo abocados a la quiebra”.
En un comunicado del Consejo, colgado en su sitio web, Castro indica: “La situación actual de los dentistas es muy crítica. Desde antes de que se decretara el Estado de Alarma, las clínicas dentales estamos sufriendo el desabastecimiento de equipos de protección individual necesarios (EPIs) para atender a los pacientes”.
Recordó que el Ministerio de Sanidad pedió los EPIs en donación. “Sin EPIs es imposible llevar a cabo los tratamientos odontológicos con la seguridad necesaria para nosotros, para los auxiliares y para los pacientes, por lo que muchos se han visto obligados a cerrar sus clínicas”, explicó Castro.
