La pieza de mano, el instrumento por excelencia del dentista, debe ser esterilizada luego de su uso con cada paciente, de lo contrario puede poner en riesgo su salud y el futuro de la carrera profesional.

Todo paciente debe ser atendido con instrumental estéril, ya que los instrumentos dentales contaminados los exponen a peligrosos patógenos.

Y eso es algo que por años tanto las autoridades sanitarias, las instituciones académicas como muchos dentistas habían pasado por alto.

Aunque hoy en día es más común que la pieza de mano sea esterilizada con vapor a presión, en algunos países las condiciones no se cumplen, de acuerdo con Eduardo Acosta-Gío, experto internacional en seguridad del paciente y control de infecciones.

Además, a pesar de las actualizaciones de las normas en esta materia, generalmente las autoridades gubernamentales de salud publican no vigilan su cumplimiento.

Acosta-Gío asegura que son pocas facultades de odontología las instruyen a sus alumnos sobre la selección, compra y uso de piezas de mano esterilizables, los procedimientos de esterilización y mantenimiento. La mayoría no obligan a esterilizar la pieza de mano entre pacientes, aun cuando casi todas tienen centros de esterilización equipados con vapor a presión.

Para Acosta-Gío, también jefe del Laboratorio de Microbiología en la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México, es momento de actuar, y los gremios son los que deben encabezar las campañas para hacer cumplir las normas de esterilización de la pieza de mano.

También hace un llamado a los fabricantes y sus distribuidores, para que vendan únicamente piezas de mano que puedan ser esterilizadas. Y que ofrezcan los lubricantes, refacciones y el plan de mantenimiento que requieren.

Ante la imposibilidad de desinfectar estas piezas, por no soportar los químicos corrosivos, hace más necesaria la esterilización.

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