Las fobias son en general un resistencia que se traduce en temor hacia una determinada situación, en el caso del área dental también están muy presentes, ya que en este aspecto de la salud los métodos antiguos eran muy dolorosos y el miedo al dentista era moneda corriente, pero aún persisten las fobias dentales a pesar de la evolución de los tratamientos y herramientas de las que dispone la odontología moderna para controlar o evitar el dolor.
La postergación de una visita al dentista por miedo, se puede considerar como una fobia, aquí les brindamos algunos consejos saludables para enfrentar esta incomoda condición;
–Hable de ello: un buen dentista inicia su consulta pidiéndole al paciente que le realice preguntas abiertas sobre lo que puede molestarle para saber cómo tratarlo, por ello una de las preguntas más comunes de un buen profesional es; «háblame de las dificultades que ha tenido durante las últimas consultas odontológicas«, ya que esta pregunta ayuda relajar a su paciente y establecer una relación o vinculo de confianza entre ambos.
–Esté preparado; pregunte a su dentista por adelantado lo que puede esperar de la visita y qué le explique cómo llevará a cabo los procedimientos, tales como la aplicación de la anestesia o que efectos posteriores deberá esperar después del tratamiento. No hay nada malo en pedir explicaciones a su profesional, ya que estas evitarán sorpresas.
–De una señal; establecer una señal para que su dentista comprenda lo que desea cuando no pueda hablar en medio del procedimiento odontológico es la mejor opción de seguridad, siendo las señales por ejemplo; levantar la mano, para dejar saber a su dentista si se siente incómodo y necesita que deje de trabajar inmediatamente, algo tan simple también brinda seguridad ante una situación fóbica.
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una de las 2 razones principales por que la gente no va al dentista es la odontofobia (la otra es el precio). se agradece este articulo y sus consejos