A la clasificación realizada por Massler y Savara en la década del 50 se le debe agregar la de Spouge y Feasby en 1966, mediante la cual se considera que los dientes deben ser analizados por su grado de madurez. Un diente natal maduro o diente neonatal maduro que es el que tiene un desarrollo normal, el diente natal o Neftal inmadura es que tiene un desarrollo defectuoso o incompleto, teniendo por consecuencia un pronóstico de retensión.
Este tipo de diente siempre ha llamado la atención a los investigadores, los cuales son estudiados desde hace muchos años, las primeras fuentes son muy antiguas, por ejemplo las que se encontraron en las inscripciones cuneiformes en Nineveh.
Alrededor de este tipo de diente se crearon miles de leyendas y mitos, algunos consideraban que era una forma de diferenciar a los niños por Dios considerándolos unos magos, en cambio en algunos países al este del continente europeo consideraban que eran una premonición diabólica.
Algunos historiadores afirman que personajes como Luis XIV, Ricardo III, Napoleón, el Cardenal Mazarino, Mirabeau, Zoroaster, Haannibal y el Cardenal Richelieu nacieron con estos dientes.
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