Las fundas dentales, también conocidas como las coronas dentales, pueden ayudar a restaurar y fortalecer los dientes, ya que recubren el diente existente, generando una nueva superficie.
Un dentista puede recomendar la aplicación de fundas dentales por varias razones, siendo las principales:
– Para restaurar una pieza dental en forma, tamaño y fuerza: las fundas cubren completamente el diente existente, por ello reconstruyen su forma, reparando una rotura. También pueden ayudar a mantener los dientes débiles juntos para que puedan resistir las mordidas, así como también fortalecer dientes debilitados por caries.
– Restaura la estética de un diente: si bien para blanquear los dientes, los adhesivos dentales y las carillas, pueden ayudar a mejorar el aspecto de sus dientes, las fundas dentales pueden ser más apropiadas en el caso de que un diente se decolore o deforme, por rotura o degradación.
Colocación de las fundas dentales
La preparación y colocación de fundas dentales requiere de más de una visita al dentista, ya que durante la primera visita, el dentista prepara el diente dañado y dependiendo de la extensión de dicho daño, puede implicar un tratamiento de conducto.
Para el procedimiento el profesional le proporcionará una anestesia local y sedación odontología si es necesario, para luego limar la superficie de masticación y los lados del diente afectado, generando así espacio para la funda dental. Luego el odontólogo tomará una impresión de sus dientes, que se envía a un laboratorio donde se hizo la funda dental.
Por lo general el tiempo que le toma al laboratorio la elaboración de la funda es de un par de semanas, por lo cual su dentista preparará una funda dental provisional para ese tiempo de espera.
Durante su segunda visita, el dentista quitará la tapa dental temporal y comprobar el ajuste de la tapa dental hecha a medida, luego administrará anestesia local, para pasar a cimentar la funda dental permanente en su lugar.
Imagen: MF
