Cuando hablamos de placa dental, nos referimos a una mezcla pegajosa de bacterias y las sustancias que estas secretan, que son productos químicos adhesivos llamados mucopolisacáridos, generadores de un hábitat ideal para el desarrollo de estos organismos, que también recibe el nombre de biofilm.
La placa dental en sus comienzos es una capa viscosa pero frágil, por lo cual se elimina fácilmente con el cepillado diario, pero si las bacterias proliferan liberan ácidos que dañan el esmalte dental, erosionándolo y generando así la caries. En el tiempo y con una deficiente higiene oral, la acumulación de placa se endurece gradualmente, formando sarro, una sustancia gruesa de placas acumuladas.
Resumiendo esta condición, podemos decir que el sarro es placa petrificada y una vez que se desarrolla o instala, compromete la salud oral gravemente, por ello necesita ser removido con la ayuda de un dentista, ya que el cepillado no puede hacerlo.
El sarro cuando se desarrolla por encima de la línea de las encías, promueve patologías como la gingivitis, enfermedad que afecta a las encías y en el tiempo si no es tratada derivará periodontitis, un estado mucho más grave.
Evitar la acumulación de placa, para proteger la salud oral además de una correcta higiene oral, requerirá de la adopción de buenos hábitos higiénicos y nutricionales, así como de la eliminación de malos hábitos.
Entre los malos hábitos que promueven el desarrollo de placa dental encontramos, por ejemplo;
-La falta de cepillado regular
Se recomienda cepillar los dientes suavemente dos veces al día, usando una pasta de dientes con fluoruro.
-No usar hilo dental a diario
El cepillado no llega a los espacios entre los dientes, pero si el hilo dental, eliminando de forma más efectiva la placa.
-No usar enjuagues bucales
Los enjuagues bucales con fluoruro han demostrado tener la capacidad de prevenir la caries, al reducir la placa y la gingivitis, además de atacar al mal aliento.
-Evitar al dentista
El mantenimiento de la salud oral depende de visitas regulares a los dentistas, quien puede realizar las limpiezas profundas, descartando así la formación de sarro y con ello la prevención de enfermedades, que derivan en la pérdida de dientes.
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