La candidiasis oral puede aparecer cuando el sistema inmune está débil y el hongo Candida, uno de los cientos de microorganismos que viven en la boca, consigue el ambiente perfecto para crecer más de lo que debería, y deja de ser inofensivo.
La enfermedad aparece como manchas blancas en la boca y en la lengua, con la posibilidad de síntomas como enrojecimiento, ardor, inflamación, sangrado y dolor al tragar.
Son más propensas personas con sistemas inmunes comprometidos, o que tengan tratamiento de quimioterapia, pero también aquello con diabetes o personas de avanzada edad. Puede aparecer además después de tomar antibióticos.
La candidiasis también puede crecer por la xerostomía o síndrome de la boca seca, una higiene bucal inadecuada o unas prótesis dentales mal ajustadas.
En los bebés es frecuente, pero se le conoce como muguet.
En algunos casos, la candidiasis puede prevenirse, sobre todo si proviene de algún problema bucodental:
Una buena higiene bucal. Unos hábitos adecuados de limpieza bucal, en cuanto al cepillado de los dientes y la limpieza de la lengua, así como acudir con regularidad a las revisiones odontológicas son fundamentales.
Atención a la boca seca. La falta continua de saliva puede acumular microorganismos en la mucosa oral y, por tanto, favorecer la aparición de candidiasis. Existen diferentes medidas para promover la salivación como masticar chicles o comer alimentos ricos que favorezcan la masticación como la zanahoria.
Prótesis dentales adecuadas. Tanto si se trata de una prótesis dental fija o removible, es fundamental que estas se ajusten bien a la dentadura. Si no, también podrían favorecer una candidiasis bucal.
