Se desarrolló un implante dental bactericida

Seguiremos hablando acerca de una importante investigación que permitirá desarrollar un implante dental que se caracteriza por ser bactericida y osteointegrador.

El objetivo del trabajo fue brindarle de propiedades antibacteriana a las superficies de los implantes de titanio, evaluando la capacidad de las cepas bacteriana para poder desarrollar una gran resistencia a los tratamientos clásicos con antibióticos.

Ya habíamos conseguido unos recubrimientos que favorecen la generación de hueso alrededor del implante para, de esta forma, favorecer su anclaje al hueso. Queriendo ir un paso más allá, buscamos la forma de convertir esos recubrimientos en bactericidas” señala Beatriz Palla.

Los investigadores usaron la síntesis sol / gel, una técnica basada en la preparación de una disolución especial de los precursores que después de permanecer un tiempo en reposo se convierten en un gel con el que se cubre la superficie del tornillo de titanio. Después el implante debe pasar por altas temperaturas, así el gel quedará perfectamente adherido al tornillo que se usará.

El desarrollo del recubrimiento con capacidad antibacteriana no provocara ningún problema en la integración del implante en el hueso de la mandíbula. “Utilizamos el silicio como precursor, porque en muchos estudios se ha demostrado que este compuesto es osteoinductor, por lo que favorece uno de los objetivos que queríamos lograr. Además, para dotar a los materiales de características antibacterianas, añadimos diferentes agentes antibacterianos”.

Cabe destacar que los investigadores llegaron a tener tres descubrimientos con diferentes agentes antibacterianos con capacidad de impedir la adhesión de las bacterias y la posterior infección o para eliminarla si aparce.

Con lo que respecta a los recubrimientos profilácticos Beatriz Palla, autora del trabajo, considera que: “era necesario un material con un tiempo de degradación muy largo para que se mantenga el adherido al tornillo y actúe el mayor tiempo posible, impidiendo la adhesión bacteriana”.

En lo que se refiere a los recubrimientos que buscan terminar con una infección ya formada: “se requiere un material con una degradación rápida que sea capaz de liberar el agente antibacteriano lo más rápido posible atacando la infección”. Y en este marco “uno de los recubrimientos desarrollados para este fin está diseñado para ser utilizado in situ en la propia consulta odontológica, sobre el tornillo infectado sin necesidad de retirar el implante del paciente. Este nuevo material está en proceso de patente y bajo secreto industrial”.

Como consecuencia del trabajo realizado se puede afirmar que se ha desarrollado un recubrimiento con capacidad bacteriana que no llega a afectar a la correcta integración del implante en el hueso mandibular.

Lo cierto es que habrá que esperar hasta que el avance se pueda emplear en la odontología. “Además de todos los ensayos que quedarían por hacer, también sería conveniente seguir un poco más con las investigaciones, para conseguir optimizar más los resultados”.

Foto | Pixabay

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